Casi 100 millones de coches al año

¿Se está llegando al techo de la fabricación de automóviles? ¿Permiten los niveles de contaminación seguir el aumento de emisiones a la atmósfera ocasionado por la cantidad de vehículos circulando? Se seguirá trabajando en otras alternativas para la fabricación de coches? Son preguntas a las que hay que dar respuesta.

Ya se está a punto de llegar a los 100 millones de unidades. La tendencia es que la producción tienda a frenarse. En este sentido, los periodistas de Bloomberg, Keith Naughton y David Welch, consideran que ha comenzado la cuenta regresiva. Hacen alusión al artículo “ese pony del siglo XX”.

En un reciente artículo los periodistas detallaron los factores por los cuales el mundo irá optimizando el uso de los automóviles para evitar la contaminación. Así mismo, evitar el alto costo económico del vehículo, los seguros de coche, el mantenimiento y el combustible.

En este sentido, en los países desarrollados disminuyen cada vez más los jóvenes que se matriculan para sacarse el carné. Por otra parte, el uso del coche compartido aumenta en las grandes urbes. Estos hechos pueden ser un indicativo de que se está llegando al techo de  la fabricación mundial de coches.

El tope estaría por los 100 millones de unidades al año. De acuerdo a la agencia de información económica, frente a los 97 millones de unidades cuantificadas en 2017. Son los últimos datos reportados por la patronal mundial (OICA).

En el informe global elaborado por PwC, se estima, la fabricación de vehículos no se detendrá hasta el 2023. Por lo menos a corto plazo. Manuel Delgado, socio responsable del Automoción de la consultora estima que “Habrá un crecimiento. Pero mucho menor que el que venimos viendo, de alrededor del 2,8% anual. Podríamos situarnos en 111 millones de unidades anuales para esa fecha”.

Ventas de coches

Sin embargo, las ventas de vehículos en forma global cayeron por primera vez en nueve años en 2018. De acuerdo a los datos de Jato Dynamics, fue una leve disminución del 0,5%, hasta los 86 millones. Pero no deja de causar alarma. En China esencialmente, que es el principal motor mundial. Se matriculó 28,08 millones de unidades. Esto representa un 2,8% menos que el año anterior.

Manuel Delgado afirma que “Algo está pasando. Es evidente que el automóvil se está transformando. Lo hace por condiciones económicas y geopolíticas nuevas. A eso se añade la saturación en mercados maduros. En Europa hemos llegado a los 800 vehículos por cada 1.000 habitantes”.

Italia se encuentra en recesión. Alemania está muy cerca, el Brexit en vilo, China aterrizando al comparar con su crecimiento pasado y Latinoamérica en la línea de partida. Todo  apunta en esa dirección.

No se dispone de cifras de producción actualizadas. En una información de avance de los resultados del 2018 realizado por la patronal europea Acea. Se proyecta el retroceso de la fábrica de automóviles en casi todos los mercados mundiales.

El retroceso más impactante será en el mercado asiático. Son el responsable de la mitad de los nuevos vehículos que se lanzan a las carreteras del mundo cada año. Es además el líder en modelos eléctricos y en vías del coche de hidrógeno.

Según la patronal europea, su potencial se ha estancado en 42 millones de coches a excepción de los comerciales. Esto supone un retroceso del 1,1%.

Rentabilidad ajustada

Uno de los problemas que más preocupa a los fabricantes del sector, es que cada vez es menor la rentabilidad (OEM).

Los planes del futuro se vienen abajo. El alcance de las metas propuestas, como el reto de los coches eléctricos, conectados o autónomos ha causado grandes inversiones. Los márgenes han disminuido grandemente. Todos avanzan pensando en que la colaboración es la única salida para continuar. Buscan unirse unos con otros.

Un ejemplo concreto de ello, es Volkswagen. Acaba de anunciar que abrirá su plataforma para vehículos eléctricos MEB a otras fábricas de automóviles.

Joern A. Buss escribe en un informe de la consultora Oliver Wyman, sobre el sector automotor. Afirma que  “podría convertirse en un capítulo de corta duración”.

Detalla Busd que las empresas deben prepararse. Tanto para las nuevas tecnologías como para cambio en el comportamiento de los clientes. Esta combinación “desafiará los pilares empresariales sobre los que se basa la industria”.

“…tanto los proveedores como los fabricantes de vehículos deberán promover mejoras de rendimiento holísticas para compensar las inversiones necesarias y absorber otras externalidades que se avecinan”.

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