El Toyota Land Cruiser FJ ha despertado gran expectación desde su presentación, pues representa una versión compacta y con espíritu aventurero del icónico modelo 4×4.
Este nuevo integrante de la familia Land Cruiser combina rasgos clásicos con una propuesta moderna, ideal para quienes buscan un todoterreno contundente sin llegar al tamaño de los modelos más voluminosos.
Aunque el Toyota Land Cruiser FJ aún no tiene confirmada su llegada a España, su anuncio oficial en Japón ha sido suficiente para generar debates entre entusiastas del off-road y compradores exigentes.
Su mezcla de robustez, diseño retro y configuración técnica crea un vehículo interesante para quienes valoran la versatilidad y la esencia del 4×4 tradicional.
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Origen y legado del Land Cruiser
Para comprender el sentido del Toyota Land Cruiser FJ, conviene mirar sus raíces. La saga Land Cruiser lleva más de 70 años de historia, comenzando como vehículo militar y evolucionando hasta convertirse en un referente global en durabilidad y capacidad todoterreno.
Dentro de ese legado también aparece el famoso FJ Cruiser (producido entre 2006 y 2022), que cultivó una estética llamativa y prestaciones serias fuera de carretera. En esencia, el nuevo FJ pretende reinterpretar esa idea en un formato más compacto y adecuado para los retos actuales.
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¿Qué características tiene el Toyota Land Cruiser FJ?
El Toyota Land Cruiser FJ se apoya sobre la plataforma IMV, la misma que utilizan otros modelos como la Hilux. Mide aproximadamente 4,57 metros de largo, 1,96 metros de alto y 1,85 metros de ancho, con una distancia entre ejes cercana a 2,58 metros.
En cuanto al motor, monta un bloque de gasolina de 2,7 litros (2TR-FE), que entrega cerca de 163 CV y un par máximo en torno a 246 Nm, acoplado a una transmisión automática de seis velocidades y un sistema de tracción integral parcial (4WD).
Gracias a esto, combina una mecánica sencilla con capacidad fuera de pista moderada. Algunos rumores apuntan a que, si llega a Europa, podría llevar versiones diésel con tecnología híbrida suave para adaptarse a normativas.
El vehículo permite distintos accesorios off-road: paragolpes desmontables por secciones, esnórquel, rueda de repuesto externa y módulos intercambiables para mejorar la reparación de partes dañadas. En el interior, el diseño apuesta por la funcionalidad, con un salpicadero plano y bajo, visibilidad destacada, instrumentos digitales y pantalla central de infoentretenimiento.
Diseño y estética retro inspirada
El Toyota Land Cruiser FJ adopta una línea marcada por formas cuadradas, ángulos rectos y una fuerte presencia frontal. Se pueden implementar faros redondos en opción, evocando los modelos clásicos, y se integra un guardabarros voluminoso con revestimientos robustos.
La rueda de repuesto se monta externamente, una solución estética funcional muy común en todoterrenos.
Los paragolpes desmontables por secciones facilitan reparaciones puntuales sin tener que cambiar piezas completas, una ventaja frente a diseños más integrados. Además, se contempla buena personalización estética, con opciones que refuerzan su carácter de vehículo utilitario aventurero.
¿Llegará a Europa y bajo qué condiciones?
Hasta ahora, Toyota no ha confirmado planes oficiales para llevar el Toyota Land Cruiser FJ al mercado europeo. El lanzamiento inicial está previsto para Japón a mediados de 2026.
Algunos medios estiman que la llegada a Europa dependerá de adaptaciones mecánicas (como versiones diésel o electrificadas) que cumplan con las normativas de emisiones y mercado.
Si llegara, podría competir en el segmento de los SUV compactos utilitarios, donde los conductores buscan un 4×4 con carácter clásico pero sin los costes y el tamaño de un todoterreno grande.
Rendimiento off-road y en carretera
Aunque no aspira a ser extremo como un vehículo dedicado de rally raid, el Toyota Land Cruiser FJ muestra buenas aptitudes fuera de la ruta: altura libre al suelo generosa, ángulos de ataque y salida razonables y estructura robusta sobre chasis de escalera.
En carretera, su motor modesto (163 CV) lo enfoca más al uso mixto que a la velocidad pura, evitando excentricidades mecánicas.
Su diseño compacto favorece la maniobrabilidad en zonas estrechas o urbanas, aunque no será un rival de SUV urbanos ligeros. En definitiva, el balance apunta a un todoterreno usable, estético e intuitivo más que agresivo.




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